Un experimento en supermercados de Módena y Ferrara reveló que los escándalos de corrupción local influyen en la honestidad de los consumidores, quienes tienden a declarar valores de compra inferiores hasta cuatro días después de conocer estos escándalos. Este fenómeno, denominado «corrupción contagiosa», refleja cómo el entorno puede influir en actos corruptos, según investigaciones de comportamiento económico y psicología social. Estudios han demostrado que la conducta corrupta es dinámica y depende del contexto más que de una naturaleza innata. La interpretación ética flexible y las racionalizaciones personales facilitan la participación en actos corruptos, mientras que mejorar la calidad institucional es clave para combatir la corrupción, según expertos.
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