Cada vez más españoles optan por trabajar en el extranjero, lo que plantea dudas sobre cómo afectará esto a sus pensiones, especialmente al acercarse la jubilación. La Seguridad Social española permite acumular los períodos de cotización realizados en otros países, pero los procedimientos varían. En la UE, las cotizaciones se integran automáticamente, mientras que en los países con convenio bilateral, se requiere coordinación para determinar la pensión proporcional a recibir. En países sin convenio, cada administración gestiona sus propias solicitudes de manera independiente, manteniéndose siempre los requisitos mínimos de cotización en España. Esto asegura que el trabajador no se vea perjudicado por haber trabajado fuera del país.
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