La creciente obsesión por el uso del colorete en la rutina de belleza es innegable, convirtiéndose en un elemento indispensable para lograr un aspecto saludable y rejuvenecido. Este producto cosmético, que simula el enrojecimiento natural de la piel, permite a las personas proyectar vitalidad y una apariencia juvenil sin necesidad de esfuerzo físico, como ir al gimnasio. Aunque a veces su aplicación puede ser excesiva, muchas personas no están dispuestas a renunciar a los beneficios estéticos que ofrece, ya que proporciona un brillo que recuerda la lozanía de la juventud, extendiendo visualmente la frescura del rostro más allá de los 20 años.
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