El Gobierno español ha aprobado un paquete de medidas económicas destinadas a mitigar los efectos de la inflación persistente, la cual ha afectado gravemente a la capacidad adquisitiva de los ciudadanos en los últimos meses. Entre las iniciativas destacan la reducción del IVA en los productos de primera necesidad y un aumento en el subsidio de desempleo. Estas acciones buscan aliviar la presión financiera sobre los hogares más vulnerables, mientras la administración trabaja en paralelo con el Banco de España para estabilizar el mercado. Las medidas han sido bien recibidas por sindicatos y organizaciones sociales, aunque algunos analistas advierten sobre los posibles efectos a largo plazo en las cuentas del Estado.
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