Un tribunal en Río de Janeiro sentenció a 78 y 59 años de cárcel a un ex policía militar y su cómplice, respectivamente, por el asesinato de la concejala Marielle Franco y su chófer en 2018, en un juicio que marca un hito en la justicia brasileña. A pesar de su condena, los involucrados podrían beneficiarse de reducciones de pena si cooperan con la justicia al revelar detalles del crimen. Mientras tanto, las autoridades continúan con la investigación contra los presuntos autores intelectuales, los hermanos Chiquinho y Domingos Brazão, y un comisario de policía detenido por obstruir el caso. La sentencia ha sido recibida emocionalmente por la familia de Franco, quienes consideran este fallo inicial como un paso hacia la justicia completa. La organización Human Rights Watch ha subrayado la importancia de condenar también a quienes orquestaron el asesinato. La implicación del presidente Lula en impulsar la investigación ha sido crucial para avanzar en el proceso judicial.
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