Dos empleados de la Embajada de Israel en Estados Unidos fueron asesinados a tiros fuera del Museo Judío de Washington DC. El atacante fue arrestado tras gritar «¡Palestina libre!». El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, condenó el acto como una muestra del creciente antisemitismo y los libelos de sangre contra Israel. El presidente de EE.UU. transmitió sus condolencias y apuntó al antisemitismo como causa del ataque. Este incidente surge en medio de tensiones relacionadas con el plan de Netanyahu para la Franja de Gaza, que busca transformar la región tras la expulsión de Hamás, asegurando la seguridad israelí.
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