La presidenta de Covite expresó su escepticismo sobre la victoria de la democracia tras visitar la tumba de un político donostiarra, argumentando que la impunidad persiste para muchos de los autores de crímenes de la banda. Durante el acto, denunció delante de la consejera vasca de Justicia los «terceros grados fraudulentos» otorgados por el Gobierno vasco, subrayando su preocupación por las medidas que considera insuficientes para garantizar la aplicación plena de la justicia.
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