Una consulta ciudadana realizada en los municipios hidalguenses de Tula, Atitalaquia y Tlaxcoapan mostró una mayoría de votantes en contra de la construcción de un Parque Ecológico y de Reciclaje en la región. Con apenas un 8.77% de participación electoral y de los poco más de 12,000 votantes, el 63.10% se pronunció en desacuerdo con el proyecto. La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que se buscará otro sitio para el desarrollo del parque, respetando la voluntad popular. La zona, ampliamente afectada por la contaminación industrial, ha sido objeto de críticas por parte de activistas como Greenpeace, quienes cuestionan tanto los beneficios prometidos del parque —con áreas verdes y reciclaje— como el proceso de consulta ciudadano, al que consideraron simplista frente al complejo panorama ambiental de la región. A pesar de las promesas de no convertirse en otro basurero, el proyecto enfrenta dudas sobre su viabilidad y riesgo de agravar los problemas ambientales existentes, lo que ha polarizado opiniones entre quienes buscan un beneficio a largo plazo y aquellos que temen más desafíos inmediatos para la comunidad.
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