El proyecto de reconversión enfrenta un creciente número de impugnaciones, mientras los socios políticos del PSOE y diversas entidades alzan la voz para exigir la expulsión de agentes implicados. Las tensiones se intensifican a medida que se multiplican las críticas al plan, lo que refleja un clima de insatisfacción y controversia en torno a las reformas propuestas. En este contexto, la presión sobre las autoridades para responder a las demandas se incrementa, marcando un periodo de incertidumbre y debate político.
Leer noticia completa en El Mundo.


