El conflicto entre Ucrania y Rusia ha escalado a nuevos niveles con el uso de misiles de largo alcance de fabricación occidental. El Kremlin confirmó que Ucrania utilizó misiles ATACMS de Estados Unidos en ataques recientes, seguidos por Storm Shadow británicos en territorio ruso. La decisión de permitir el uso de estos misiles no tenía precedentes hasta ahora, marcando un cambio estratégico de la Casa Blanca y el Reino Unido, que buscan contrarrestar el despliegue de tropas norcoreanas por parte de Rusia en el conflicto. La autorización de EE.UU., a solo dos meses de la asunción presidencial de Trump, quien ha manifestado su intención de mediar en el conflicto, indica la urgente necesidad de fortalecer la posición de Ucrania en el campo de batalla. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, había insistido en que estas armas eran cruciales para ampliar las contraofensivas, mientras que la intervención de la comunidad internacional se hace más apremiante con el despliegue de tropas norcoreanas y la posibilidad de una nueva escalada bélica en la región.
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