La Agencia de Policía Metropolitana de Seúl, a través de su Unidad de Investigación de Seguridad de Tecnología Industrial, ha desarticulado un intento de espionaje que amenazaba con golpear el sector de semiconductores de Corea del Sur. Un ciudadano surcoreano, identificado solo como el Sr. Kim, fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Incheon cuando estaba a punto de embarcar hacia China con miles de imágenes confidenciales sobre las memorias HBM (High Bandwidth Memory) desarrolladas por SK Hynix.
El material incluía información sobre empaquetado avanzado y técnicas de «Hybrid Bonding», cruciales para la próxima generación de HBM, tecnologías que ya han captado el interés de compañías como NVIDIA. Según la investigación, el Sr. Kim planeaba vender esta información a empresas chinas, como Huawei y su filial HiSilicon, con la intención de asegurar un puesto directivo en esas compañías.
Aprovechando su posición como ex subcontratista, el individuo logró reunir más de 11,000 imágenes clasificadas, eliminando marcas de agua y sellos de confidencialidad para intentar llevarlas fuera del país. SK Hynix confirmó que el contenido confiscado correspondía a documentación interna borrada previamente de sus sistemas.
La fiscalía ha acusado formalmente al Sr. Kim de violar la Ley de Secretos Comerciales y la Ley de Competencia Desleal. Podría enfrentar hasta 10 años de prisión y una multa de 71,000 dólares. Sin embargo, este castigo es considerablemente menor al valor estratégico que la información robada representaba, dado que expertos calculan que China podría haber adelantado más de cinco años en el desarrollo de tecnologías clave para el empaquetado de chips HBM.
Este incidente resalta la creciente tensión tecnológica entre Corea del Sur y China, particularmente en sectores estratégicos como la memoria DRAM y HBM. En respuesta a fugas similares anteriores, Seúl ha establecido unidades policiales especializadas, como la encargada de esta operación, para proteger la competitividad industrial del país frente a filtraciones hacia rivales geopolíticos.
El gobierno surcoreano está considerando endurecer el marco legal para prevenir futuros intentos de espionaje industrial, conscientes de que las sanciones actuales podrían no disuadir suficientemente estos delitos de alto impacto económico y estratégico.