La Fiscalía de Corea del Sur ha iniciado un operativo de investigación en torno a un caso de filtración tecnológica que involucra a diez personas, entre ellas antiguos empleados de Samsung Electronics. Estas personas han sido acusadas de trasladar información sensible y estratégica sobre el proceso de fabricación de DRAM de 10 nanómetros a ChangXin Memory Technologies (CXMT), una empresa de manufactura china en el sector de semiconductores. Esta tecnología se clasifica como esencial y está protegida por el Estado surcoreano, debido a su impacto en la economía y la seguridad industrial del país.
Entre los acusados se encuentra un ex directivo identificado como A, quien ahora ocupa un cargo en CXMT. La Fiscalía sostiene que A, junto con otros cuatro miembros de su equipo, han sido imputados y detenidos, mientras que cinco responsables adicionales han sido acusados sin detención. Según el relato de los investigadores, CXMT habría recurrido a la contratación de personal con conocimiento interno de Samsung como parte de una estrategia para acelerar el desarrollo del nodo de 10 nanómetros.
Una de las revelaciones más impactantes del caso concierne a un ex investigador identificado como B, señalado por copiar información sensible mediante anotaciones manuscritas, una técnica rudimentaria en un sector dominado por el ámbito digital, pero eficaz para evitar detección a través de sistemas de seguridad corporativos. Esta información habría sido utilizada por CXMT para establecer su propio proceso de fabricación de DRAM, culminando en 2023 con la producción en masa del mencionado producto.
El esquema de obtención de tecnología no se limita a Samsung. La investigación incluye a un acusado vinculado con SK hynix, quien aparentemente habría accedido ilícitamente a procesos críticos a través de una empresa subcontratada, revelando otra dimensión del caso en términos de rivalidad en el sector de los semiconductores.
El caso resalta la importancia de las denominadas «tecnologías nacionales clave» en Corea del Sur. Estas incorporan procesos tecnológicos estratégicos cuya filtración internacional puede tener efectos negativos severos en la economía y la capacidad industrial del país. Asimismo, ilustra cómo la movilidad laboral y métodos simples como la anotación manual pueden representar riesgos de seguridad industrial tan relevantes como ciberataques sofisticados.
Finalmente, la investigación también considera el potencial impacto económico, evaluando que la pérdida para el sector surcoreano podría ascender a decenas de billones de won, dado que estas prácticas pueden acortar de forma significativa los plazos de desarrollo e inversión necesarios para otras empresas en el extranjero.
Este caso, además de abordar directamente la protección industrial, refleja un panorama más extenso donde la carrera tecnológica global se intensifica, con implicaciones que podrían afectar la competitividad en mercados emergentes como la inteligencia artificial, donde la memoria de alto ancho de banda (HBM) juega un rol cada vez más crucial.








