En un reciente discurso en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, conocido por su elocuencia aguda y a menudo polémica, lanzó una crítica contundente al panorama político español. Sin necesidad de un «pinganillo», atacó frontalmente tanto a la izquierda como a la derecha con su comentario: «No nos hagan escoger entre corruptos premium y corruptos cutres». Este comentario resalta, según el relato, la hipocresía y constante confrontación en el Parlamento, donde los casos de corrupción se utilizan como armas arrojadizas entre los partidos. A pesar de la divisiva naturaleza de su mensaje, Rufián destaca en un entorno donde muchos políticos dependen de asesorías para articular discursos. La reflexión subraya que gran parte de la sociedad ha normalizado comportamientos amorales, dejando entrever que muchos, independientemente de su ideología política, son incapaces de criticar la corrupción interna, prefiriendo señalar la ajena.
Leer noticia completa en 20minutos.