El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha ordenado al Gobierno suspender las deportaciones de migrantes amparadas por la controvertida Ley de Enemigos Extranjeros, utilizadas para enviar a individuos a El Salvador. La instrucción se produce tras una apelación de emergencia presentada por abogados de migrantes venezolanos que alegan riesgo inminente de deportación y falta de notificación adecuada para impugnarla. La decisión ha generado discrepancias entre los jueces, especialmente Samuel Alito y Clarence Thomas, quienes mostraron desacuerdo con la orden. El caso ahora espera acciones del tribunal de apelaciones en Luisiana, mientras se mantiene la suspensión de traslados de detenidos hasta nueva orden. Un juez federal en Washington, D.C., previamente manifestó no tener autoridad para detener las deportaciones, a pesar de expresar preocupación por las medidas gubernamentales.
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