En 2023, las cifras sobre transferencias personales desde la Unión Europea hacia países no pertenecientes a la región han alcanzado un nuevo récord, elevándose a 50,9 mil millones de euros. Este dato refleja un incremento del 8% en comparación con los 47,0 mil millones registrados el año anterior, según los últimos informes proporcionados por Eurostat. Mientras tanto, las transferencias entrantes hacia la UE sumaron 13,9 mil millones de euros, un aumento del 4% respecto a los 13,4 mil millones del año anterior.
El análisis de las transferencias personales, que incluyen el dinero enviado por hogares residentes en la UE a hogares en el exterior, revela una tendencia de crecimiento notable en los últimos cinco años. Las salidas han aumentado un 53%, mientras que las entradas han visto un incremento más modesto del 11%. Este desfase ha contribuido a un déficit creciente, alcanzando 37,0 mil millones de euros en 2023.
El estudio subraya que, en nueve países de la Unión Europea, las transferencias personales entrantes superaron a las salientes, generando un superávit. Destacan naciones como Croacia, que experimentó un superávit del 2,9% de su PIB, seguido por Bulgaria, Portugal y Rumania con superávits superiores al 1%.
Por otro lado, algunos países han enfrentado déficits considerables en sus transferencias personales. Chipre lideró esta lista con un déficit del 1,0% de su PIB, seguido de cerca por Bélgica, Francia, Grecia y España, cuyas cifras negativas oscilaron entre el 0,5% y el 0,7%.
Estas dinámicas, según analistas, podrían reflejar múltiples factores, incluidos los patrones migratorios, la situación económica en los países emisores y receptores, así como políticas económicas y laborales internas. El informe pone de manifiesto la necesidad de comprender mejor estos flujos financieros, ya que desempeñan un papel crucial en las economías tanto de los países emisores como de los receptores.
