La crisis humanitaria en Haití ha alcanzado un punto crítico con niveles de hambre sin precedentes, exacerbados por un aumento sostenido de la violencia armada en el país. Según datos recientes del Programa Mundial de Alimentos (PMA), más de un millón de personas han tenido que huir de sus hogares debido al creciente control territorial por parte de grupos armados, lo que ha intensificado la inseguridad alimentaria en toda la nación.
El análisis más reciente acerca de la seguridad alimentaria proyecta cifras alarmantes para mediados de 2025: se espera que alrededor de 5,7 millones de haitianos, más de la mitad de la población, sufren inseguridad alimentaria aguda. De estos, cerca de dos millones enfrentan una situación de emergencia, mientras que alrededor de 8,400 personas ya se encuentran en un estado catastrófico, signado por una falta extrema de alimentos y un riesgo alto de hambruna.
En Puerto Príncipe, la capital, las personas desplazadas se ven forzadas a buscar refugio en escuelas y edificios públicos, donde enfrentan condiciones deplorables de hacinamiento y falta de servicios básicos como agua potable, alimentos y atención médica adecuada.
Frente a esta devastadora situación, el PMA ha intensificado sus esfuerzos humanitarios, alcanzando a más de 1,3 millones de personas solo en 2025. A pesar de haber proporcionado asistencia récord, la necesidad de apoyo internacional es más urgente que nunca. Wanja Kaaria, directora del PMA en Haití, declaró que, en esta coyuntura, «simplemente estamos luchando por contener el hambre».
Además de las operaciones del PMA, se han distribuido 740,000 comidas calientes a las pocas semanas de este año, junto con programas de ayuda monetaria y prevención de la desnutrición infantil. La organización ha logrado acceder a comunidades en zonas controladas por grupos armados, como Croix-des-Bouquets y Cité Soleil, facilitando asistencia en áreas particularmente difíciles de alcanzar.
Por su parte, UNICEF ha lanzado una advertencia contundente sobre la crítica situación de los niños en Haití, donde más de un millón de menores padecen inseguridad alimentaria grave. La representante de UNICEF en Haití, Geeta Narayan, destacó que la violencia, la pobreza extrema y la crisis económica están impidiendo a los padres asegurar el alimento adecuado para sus hijos, y urgió a actuar con prontitud para enfrentar la desnutrición infantil.
A medida que las necesidades humanitarias se incrementan, la labor de asistencia se complica por la insuficiencia de financiamiento. El PMA requiere urgentemente 53,7 millones de dólares para continuar con sus operaciones durante los próximos seis meses en Haití, mientras que el programa de nutrición de UNICEF enfrenta un déficit del 70% en su presupuesto. En este escenario, se hace un llamado a la comunidad internacional para que intensifique su apoyo a fin de evitar que la crisis humanitaria siga profundizándose.