La reciente crisis entre Brasil y Estados Unidos ha escalado, con Donald Trump imponiendo un arancel del 50% a las exportaciones brasileñas y sanciones al juez Alexandre de Moraes del Supremo brasileño, en respuesta al juicio contra Jair Bolsonaro por golpismo. Esta acción, amparada por la Ley Magnitsky, embarga bienes del juez en EEUU, aunque De Moraes no posee cuentas allí. Trump, que argumenta una amenaza a la seguridad nacional, ha exceptuado algunos bienes como petróleo y zumo de naranja del arancel. Lula da Silva, mientras tanto, denuncia la interferencia de EEUU en la justicia brasileña y subraya la independencia judicial de su país contra presiones externas. La administración brasileña está considerando medidas para proteger su economía frente a estos ataques.
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