La madrugada en Gaza estuvo marcada por intensas explosiones mientras cazabombarderos israelíes avanzaban en una ofensiva sin precedentes sobre la Ciudad de Gaza, causando la huida de miles de familias y dejando decenas de muertos y heridos. Las declaraciones del ministro de Defensa, Israel Katz, reflejaron la magnitud del ataque, afirmando que no cederán hasta derrotar a Hamás. Desde Israel, las familias de rehenes, frustradas con el gobierno por poner en riesgo la vida de sus seres queridos, planeaban protestar en la residencia del primer ministro Netanyahu. Las negociaciones con mediación internacional están estancadas tras un ataque en Qatar. La crisis humanitaria se agrava, con hospitales colapsados y una urgente necesidad de ayuda humanitaria.
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