Las agencias de la ONU han lanzado una campaña de vacunación contra la polio en el sur de Gaza, con el objetivo de inmunizar a unos 340.000 niños menores de diez años. Este esfuerzo comenzó este jueves en Khan Younis y se extenderá hasta el 8 de septiembre antes de trasladarse al norte de la Franja de Gaza. Los equipos de la UNRWA y sus socios esperan completar la campaña sin interrupciones, gracias a las pausas humanitarias acordadas entre el ejército israelí y los combatientes de Hamás, que se realizan de 06:00 a 15:00 horas. Hasta ahora, la campaña ha llegado a más de 185.000 niños en la parte central de Gaza.
La crisis alimentaria en Gaza ha alcanzado niveles críticos, siendo catalogada como la más severa en el Informe Global sobre Crisis Alimentarias. Aproximadamente 2,2 millones de personas necesitan asistencia urgente, y la mitad de la población se encuentra en la fase de «Catástrofe», el nivel más alto de esta clasificación, durante los meses de marzo y abril de 2024. Esta situación sugiere un riesgo elevado de hambruna en toda la Franja.
Paralelamente, la crisis en Sudán sigue acrecentándose, con unas 755.300 personas en la Fase de Catástrofe y episodios de hambruna reportados en el campamento de desplazados internos de Zamzam. En América Latina, la situación es igualmente preocupante. Si bien algunos países han mejorado el acceso a alimentos gracias a una disminución de la inflación y mejores condiciones climáticas, Nicaragua enfrenta un aumento del 25% en la inseguridad alimentaria aguda debido a una menor producción de cereales.
La situación de los refugiados venezolanos en América Latina también es alarmante. Un informe reciente señala que el 63% de los que han encontrado refugio en la región tienen necesidades básicas insatisfechas, y este porcentaje se eleva al 88% entre quienes aún están en tránsito. Muchos de ellos trabajan en el sector informal, lo cual se traduce en salarios bajos y malas condiciones de vivienda.
Finalmente, el monitoreo de la calidad del aire ha mostrado mejoras en Europa y China, mientras que en América del Norte e India la situación está empeorando. El aumento en los niveles de partículas PM2.5 en estas regiones se atribuye a incendios forestales y la intensificación de la actividad industrial, contribuyendo a efectos negativos constantes en la salud pública y el medio ambiente.