Haití se encuentra en medio de una crisis humanitaria sin precedentes. Con una población de 5,4 millones de personas enfrentando inseguridad alimentaria, aproximadamente la mitad de sus habitantes sufren de hambre, según un informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA). De estos, dos millones están en niveles de hambre de emergencia, lo que implica una escasez extrema de alimentos, desnutrición grave y el surgimiento de diversas enfermedades.
En la capital, Puerto Príncipe, al menos 6,000 desplazados internos que habitan en refugios temporales están en condiciones catastróficas de inseguridad alimentaria. Esta situación les expone no solo al hambre, sino también a la muerte y a niveles alarmantes de desnutrición.
Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA, ha hecho un llamado urgente para no ignorar lo que califica como «la peor emergencia alimentaria del hemisferio occidental». En su declaración, McCain destacó la necesidad de un apoyo generalizado para incrementar la asistencia a las familias que enfrentan una escasez extrema de alimentos y desnutrición creciente. «No puede haber seguridad ni estabilidad en Haití mientras millones de personas se enfrentan al hambre», afirmó.
Las organizaciones humanitarias han requerido un total de 230 millones de dólares para llevar a cabo programas de asistencia hasta final de año. Sin embargo, los esfuerzos se ven obstaculizados por la violencia de pandillas, que ha dificultado el acceso a las comunidades más afectadas.
Desde principios de 2024, el PMA ha logrado apoyar a 1,35 millones de personas en Haití mediante diversos programas, que incluyen asistencia de emergencia y medidas de protección social. Especial atención se ha otorgado a las familias con mujeres embarazadas, lactantes o niños menores de cinco años, quienes reciben apoyo adicional para prevenir la desnutrición.
El impacto de la violencia relacionada con las pandillas ha aumentado, obligando a cientos de miles de haitianos a abandonar sus hogares en busca de seguridad. Las estadísticas indican que al menos 3,661 personas han sido asesinadas desde enero y que el número de desplazados internos ha aumentado drásticamente a más de 700,000.
Además de las crisis humanitaria y de seguridad, el Consejo de Seguridad de la ONU ha decidido prorrogar hasta el 2 de octubre de 2025 el mandato de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, que busca respaldar a la Policía Nacional de Haití en su lucha contra la violencia. Se espera que esta misión cuente con alrededor de 2,500 agentes de diferentes países para ayudar a estabilizar la situación en el país.
La situación en Haití demandará atención internacional continua y esfuerzos coordinados para abordar tanto la seguridad como la crisis alimentaria que actualmente afecta a millones de haitianos.
