La contienda presidencial en Polonia se mantiene incierta, con el liberal Rafał Trzaskowski y el populista Karol Nawrocki empatados en las encuestas, ambos luchando por la sucesión de Andrzej Duda. Nawrocki, respaldado por el partido Ley y Justicia (PiS), enfrenta acusaciones de una vida pasada envuelta en escándalos desde crimen organizado hasta despilfarro de fondos públicos, lo que complica su campaña. El primer ministro Donald Tusk, de Plataforma Cívica, presiona para que Trzaskowski triunfe, argumentando que Duda fue un obstáculo para el gobierno. Con votantes divididos, los resultados siguen siendo impredecibles.
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