La V República francesa enfrenta una profunda crisis política tras la aprobación de la reforma de pensiones por decreto por Emmanuel Macron y la victoria en las elecciones europeas de Agrupación Nacional. La Asamblea Nacional está fragmentada, con el Nuevo Frente Popular, una alianza de izquierdas, como la principal fuerza. Sin una mayoría clara y con una cultura de coalición inexistente, Macron ha vetado a la candidata del Frente Popular para la primera ministra, Lucie Castets, argumentando que enfrentarían una moción de censura y pondrían en peligro la estabilidad financiera del país. Los socialistas están divididos entre apoyar a Macron o unirse a los melenchonistas, mientras la líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, emerge como una vencedora oculta, preparando el terreno para las elecciones de 2027. La situación crea un ambiente de incertidumbre política y económica en Francia, con un presidente debilitado y sin capacidad de convocar nuevas elecciones de inmediato.
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