La expresidenta argentina Cristina Fernández Kirchner comenzó a cumplir una pena de seis años de prisión domiciliaria, tras la decisión del juez Jorge Gorini, quien dejó sin efecto su comparecencia ante los tribunales. El fallo, que responde a su condena por administración fraudulenta durante sus mandatos, incluye condiciones estrictas como no abandonar su domicilio, a excepción de situaciones de fuerza mayor, y el uso de un dispositivo de vigilancia electrónica. Fernández, que ahora tiene 72 años, presentó un listado con detalles de su entorno familiar y profesionales que podrán visitarla sin autorización judicial. La decisión judicial ha generado controversia, ya que la Fiscalía rechazó la medida al no encontrar razones humanitarias suficientes para su otorgamiento. La defensa de Fernández argumentó su edad, su rol como exjefa de Estado y el intento de magnicidio que sufrió en 2022 para solicitar esta modalidad de cumplimiento de la pena.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.