En 2025, la industria de la memoria se enfrenta a una de sus etapas más críticas, con precios de los chips DRAM elevándose a cifras récord que no se veían en los últimos 25 años. Según datos de bancos de inversión y compañías clave como SK hynix, los chips de 16 Gb DDR4 y DDR5 se venden actualmente entre los 28 y 30 dólares, lo que equivale a 26-28 euros por chip, triplicando los valores del periodo 2022-2023 y duplicando los máximos de 2017-2018.
La principal razón detrás de este incremento no es otra que la demanda voraz de la Inteligencia Artificial. Las nuevas generaciones de GPUs requieren más memoria, tanto en términos de velocidad como de eficiencia, lo que ha impulsado una fuerte presión sobre la DRAM convencional y la memoria HBM. SK Securities estima que la demanda de DRAM podría aumentar entre un 20 % y un 25 % en 2026, aunque la producción no será capaz de igualar este ritmo, manteniendo los inventarios en niveles históricamente bajos.
Las principales empresas del sector, como Samsung y SK hynix, intentan adaptarse a esta realidad, redirigiendo inversiones hacia el desarrollo de nodos avanzados y proyectos de HBM, aunque sus esfuerzos no se verán reflejados a corto plazo. Las nuevas plantas que ambas compañías planean abrir no estarán operativas antes de finales de 2026, alargando un desequilibrio entre oferta y demanda que podría prolongarse hasta más allá de 2027.
Para los usuarios, los precios actuales significan un incremento considerable en el costo de actualizar o adquirir nuevos dispositivos con memoria DRAM. Los módulos de 32 GB y 64 GB DDR5 se mantendrán caros, y en sectores como el de consolas y portátiles, donde se integra la memoria directamente en los SoCs, habrá poco margen para reducir precios o mejorar configuraciones sin aumentar costos.
La situación ha llevado a un cambio de paradigma en la forma de negociar en el sector. Para contrarrestar la volatilidad del mercado spot, el enfoque se está desplazando hacia contratos de suministro a largo plazo, asegurando volumen y estabilidad de precios para clientes estratégicos como fabricantes de servidores y empresas tecnológicas.
SK Securities recomienda seguir invirtiendo en el sector de semiconductores, anticipando que este superciclo de precios altos y demanda intensa podría compensar cualquier entorno macroeconómico adverso. A medida que se construyen nuevas fábricas y se amplía la capacidad de producción, la industria se enfrenta al desafío de equilibrar las crecientes necesidades de memoria impulsadas por la IA con las limitaciones actuales de fabricación.
Para los consumidores y compañías, este periodo de altos precios y escasez requiere estrategias de optimización de memoria, utilizando técnicas que permitan maximizar el uso del hardware existente. En resumen, el panorama de 2025 es una señal de alerta sobre un cambio estructural en el mercado de la memoria, cuyos efectos se sentirán durante varios años más.








