En un vertiginoso avance, los insurgentes sirios han logrado un cambio radical en el conflicto en Siria, tomando control de la capital, Damasco, en tan solo 12 días tras iniciar una ofensiva el 27 de noviembre contra el Gobierno de Bashar al Asad. Liderados por el Organismo de Liberación del Levante, con el apoyo de Turquía, los rebeldes han tomado importantes ciudades como Alepo, Idlib y Hama. Esta ofensiva se da en medio de tensiones diplomáticas, con Rusia centrada en Ucrania y Turquía buscando reavivar lazos con el gobierno sirio. La situación ha generado un llamado a un cese de hostilidades por parte de los principales aliados de ambas partes, mientras que Al Jolani, líder de la insurgencia, ha declarado la victoria.
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