En el aeropuerto de Barajas, los abrazos de bienvenida se vieron opacados por la frustración de viajeros extracomunitarios, quienes enfrentaron hasta cuatro horas de espera en un colapsado control de pasaportes. Varios pasajeros perdieron sus vuelos y se quejaron de la falta de información, describiendo la escena como «miles de personas» en una cola inmóvil. A pesar de la situación caótica y las quejas por la falta de comunicación, el ambiente se mantuvo relativamente cordial y no se registraron incidentes.
Leer noticia completa en 20minutos.