Aprovechando el atractivo del verano, se presenta una oportunidad única para mejorar los hábitos personales sin caer en la autoexigencia excesiva y dañina. Adoptar rutinas más saludables de manera relajada y progresiva puede conducir a un fortalecimiento físico y mental, convirtiendo este periodo en un momento ideal para desarrollar un estilo de vida más saludable y equilibrado.
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