Tirar basura sin cuidado: puerta abierta para hackers
Arrojar un recibo o un dispositivo electrónico al contenedor puede ser como entregar un cheque en blanco a un hacker. Documentos aparentemente inocuos como facturas, cartas del seguro, o incluso viejos dispositivos electrónicos, pueden contener datos valiosos que los ciberdelincuentes están ansiosos por explotar.
La reciente advertencia de la Guardia Civil pone de relieve una técnica cada vez más utilizada: el «trashing», o la búsqueda de información personal en la basura para perpetrar fraudes o suplantaciones de identidad. Incluso un simple recibo bancario o un USB antiguo puede llevar a una brecha de seguridad personal significativa.
Cada día, millones eliminan documentos con información personal pensando que ya no tienen utilidad. Sin embargo, estos papeles y dispositivos, incluso cuando parecen inservibles, ofrecen a los hackers la oportunidad de acceder a servicios personales o abrir cuentas fraudulentas.
La Guardia Civil señala que los ciberdelincuentes buscan fervientemente facturas, contraseñas anotadas, currículums, nóminas y recibos de compra, junto con dispositivos electrónicos desechados sin precaución. Estos elementos permiten construir perfiles completos de personas para cometer fraudes a su nombre.
Para protegerse, se recomienda destruir adecuadamente papeles antes de descartarlos y borrar completamente cualquier dispositivo electrónico antes de desecharlo. Triturar documentos y llevar los dispositivos a lugares donde se destruyan seguros son prácticas aconsejables para evitar convertirse en víctima de estas amenazas.
Delitos como el «trashing» no requieren conocimientos técnicos avanzados, solo acceso a un cubo de basura mal administrado. El aumento de estos casos registrado en ciertas ciudades resalta la necesidad de una mayor precaución al deshacerse de cualquier tipo de información personal. Una simple bolsa de basura podría ser una mina de oro para un estafador bien informado.
