Marc Giró inauguró su Late Xou con un monólogo que destacó por su tono incómodo y directo, fusionando humor y crítica política. El presentador criticó los discursos catastrofistas que predicen la desaparición de España, y señaló la grave situación en Palestina bajo la política de Israel como un ejemplo de narcisismo político. Giró también se centró en la teoría del «gran reemplazo», calificándola de absurdo popularizado, y sugirió que se ignoran amenazas reales mientras se culpa a migrantes. Utilizó la ironía para recordar a grupos históricamente culpados de los males del país, desde catalanes hasta feministas, concluyendo que ahora el foco erróneo está en los migrantes.
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