En un giro en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, el presidente Donald Trump, quien alguna vez expresó admiración por Vladimir Putin, ha endurecido su postura tras un ataque aéreo ruso en Kiev. Tras cuatro meses sin avances significativos hacia la paz en Ucrania, Trump ha amenazado con sanciones a Rusia y considera retirarse de su rol de mediador. Mientras tanto, Estados Unidos y sus aliados han levantado restricciones para permitir que Ucrania ataque objetivos dentro de Rusia. La frustración aumenta en el Congreso estadounidense, donde se propone incrementar las sanciones a Rusia. La situación refleja un deterioro en las relaciones bilaterales y una creciente presión para que Putin cese las hostilidades en Ucrania.
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