Las autoridades mexicanas han comenzado la entrega de bienes incautados al crimen organizado a los ciudadanos, un esfuerzo que busca generar un impacto positivo en comunidades afectadas por la violencia. En Acatitlán, una multitud de pobladores se congregó para recibir borregos decomisados, una acción simbolizada como parte de la «Operación Liberación». Esta iniciativa, además de redistribuir recursos, intenta fortalecer la confianza hacia el Gobierno y mitigar la influencia de los grupos delictivos en la región al ofrecer apoyo tangible a los habitantes.
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