Greta Thunberg, conocida por su activismo climático, fue detenida a bordo del velero Madleen por soldados israelíes en una misión hacia Gaza, desafiando el bloqueo establecido. Desde su irrupción en 2018 con el movimiento Fridays for Future, la activista sueca ha vinculado la crisis climática con los derechos humanos, sosteniendo que ambas causas son indivisibles. Thunberg ha dirigido su atención hacia Gaza, impulsando debates en el ecologismo respecto a su enfoque en problemas como la ocupación de Palestina. Subraya que la justicia social y climática son partes de un movimiento global por la liberación y la descolonización. Pese a acusaciones de Israel de asociarse con Hamás, Thunberg se ha distanciado de estas afirmaciones, argumentando su oposición a la violencia, y manteniéndose firme en su apoyo al pueblo palestino y otras causas descolonizadoras.
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