Giorgio Armani, legendario diseñador italiano fallecido a los 91 años, ha dejado un legado inesperado al ordenar la venta gradual de su empresa o su salida a Bolsa. En su testamento, estipuló que un año tras su apertura, se venda el 15% del grupo a un conglomerado del lujo, priorizando ofertas de LVMH, EssilorLuxottica o L’Oréal. Planea ceder hasta el 54,9% adicional en 3-5 años o, como alternativa, cotizar en Bolsa en ocho años. Esta decisión rompe con la independencia histórica de la firma fundada en 1975. El grupo Armani ha confirmado su compromiso de seguir la voluntad del diseñador. Sin herederos directos, Armani dispuso de su fortuna de 12.000 millones de euros, en gran parte dirigida a la Fundación Giorgio Armani, creada para preservar su legado.
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