La situación de seguridad en el país se ha deteriorado significativamente, con un alarmante incremento de violencia que coincide con un proceso electoral que se lleva a cabo por segunda vez en los últimos dieciocho meses. En enero, la nación alcanzó un nuevo y preocupante récord al registrar un homicidio cada hora, reflejando la gravedad de la crisis. Este contexto de inseguridad genera una atmósfera de incertidumbre y tensión entre la población, que se prepara para ejercer su derecho al voto en un entorno cada vez más hostil y peligroso.
Leer noticia completa en El Mundo.