En una jornada inusualmente agitada, miles de personas se congregaron en Valencia en contra del líder político Carlos Mazón, marcando la tercera manifestación desde la tragedia ocurrida dos meses atrás. La protesta, que reunió a unos 80,000 manifestantes según datos de la Delegación del Gobierno, se celebró a pesar de las festividades navideñas y eventos familiares que podrían haber mermado la asistencia. El descontento se centra en la gestión de Mazón tras las inundaciones que devastaron la región y que fueron catalogadas como una de las catástrofes más costosas de 2024. En su defensa, Mazón ha recurrido a tácticas de distracción y campañas de imagen, lo que ha generado divisiones y dudas sobre su responsabilidad. Mientras la población se debate entre resistir o buscar un cambio político significativo, el desafío seguirá siendo mantener la movilización y transformar la indignación en acciones concretas.
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