El 4 de diciembre es una fecha que resuena con fuerza en la memoria colectiva del pueblo andaluz. El acontecimiento de 1977, cuando cientos de miles de andaluzas y andaluces se lanzaron a las calles, no solo marcó un hito en la historia de Andalucía, sino que también simbolizó la demanda de autonomía, dignidad, igualdad y justicia social. Este gran acto de solidaridad y unidad fue la voz de un pueblo trabajador que anhelaba convertirse en el protagonista de su propio futuro, reivindicando su derecho a romper con un sistema que había perpetuado el atraso, la pobreza y la dependencia en la región.
Desde USTEA, un sindicato andaluz que se define como clase, feminista, sociopolítico, ecologista y laico, evocamos ese espíritu del 4 de diciembre como parte fundamental de nuestra identidad. Nos sentimos herederas de aquella multitud que gritaba “¡Andalucía libre, autónoma y solidaria!”, un grito que aún resuena hoy, cargado de un profundo sentido de justicia social y defensa de lo común.
En esta jornada, reafirmamos que la autonomía real se construye sobre la base de unos servicios públicos sólidos, universales y gratuitos, gestionados con criterios de justicia social y equidad. Fundamentalmente, la educación, la sanidad, los servicios sociales, el empleo público y la cultura deben estar al servicio de la ciudadanía y no de intereses privados o del mercado. Es imperativo rechazar la privatización y los recortes, así como cualquier política que degrade los servicios públicos, precarice a los trabajadores y recorte recursos en todas las áreas.
El 4 de diciembre lo celebramos como una jornada de lucha, memoria y compromiso. Seguimos trabajando por una Andalucía que se edifica desde abajo, desde sus barrios y pueblos, sus centros educativos, sus movimientos sociales y sindicales. Una Andalucía solidaria con los pueblos oprimidos, que defiende los derechos humanos y promueve los feminismos.
En este día significativo, reafirmamos un mensaje claro: Andalucía no es un territorio para explotar, sino una tierra para vivir con derechos. Y, en consecuencia, proclamamos que Andalucía no se vende, se defiende.
Hoy y siempre, levantamos nuestras voces en defensa de los servicios públicos andaluces y por una Andalucía justa, libre, feminista y solidaria. ¡Que resuene el grito del 4 de diciembre con la misma fuerza que hace más de cuatro décadas!
Fuente: USTEA.
