En una manifestación de preocupación colectiva, la Electronic Frontier Foundation (EFF), junto a European Digital Rights (EDRi) y casi 50 organizaciones de la sociedad civil, ha hecho un llamado urgente a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, solicitando acciones inmediatas para defender los derechos humanos en Hungría. Esta apelación coincide con la inminencia de la marcha del Orgullo en Budapest, evento que ha sido criminalizado por el gobierno húngaro. Además, el uso planificado de tecnología de reconocimiento facial en tiempo real para identificar a los participantes añade una capa adicional de controversia, amenazando directamente los derechos de libre expresión y reunión.
Desde el 15 de abril, enmiendas recientes han permitido en Hungría la aplicación de reconocimiento facial para identificar participantes en protestas, particularmente aquellas prohibidas que involucran a la comunidad LGBTQ+. Las sanciones por participar pueden incluir multas severas y encarcelamiento, lo que claramente desafía las normas establecidas por la Ley de Inteligencia Artificial de la UE, la cual prohíbe este tipo de tecnologías en dichos contextos.
Estas enmiendas fueron aprobadas de manera rápida por el Parlamento húngaro en marzo, sin un proceso de consulta pública, y representan una violación manifiesta de la Ley de IA de la UE y la Carta de Derechos Fundamentales. Las organizaciones que respaldan esta declaración han solicitado a la Comisión Europea que tome medidas provisionales ante estas claras infracciones, aunque hasta ahora no se ha recibido una respuesta oficial, elevando significativamente las preocupaciones sobre la protección de los derechos fundamentales.
El ataque a los derechos de la comunidad LGBTQ+ en Hungría se extiende como una amenaza a los derechos universales. En su carta, las entidades firmantes piden a la Comisión que considere iniciar acciones legales por cualquier violación de la legislación de la UE, especialmente en torno al artículo 5 de la Ley de IA, y adopte medidas provisionales para abordar la persistente infracción de la ley anti-LGBT de 2021, que prohíbe las concentraciones públicas de la comunidad LGBTQIA+.
La Comisión Europea enfrenta la responsabilidad de defender los derechos fundamentales de todos los ciudadanos de la UE, incluyendo a la comunidad LGBTQ+ en Hungría, asegurando que la marcha del Orgullo en Budapest pueda llevarse a cabo con seguridad y en paz. La inacción podría amenazar los valores sobre los cuales se erige la Unión Europea, comprometiendo su compromiso con los derechos humanos y la igualdad.