Después de casi cuatro décadas dirigiendo la edición estadounidense de Vogue, Anna Wintour deja su puesto, aunque mantendrá su influencia como directora de contenido de Condé Nast y directora editorial global de Vogue. La británica, conocida por su estilo distintivo, ha dejado una marca indeleble en el mundo de la moda, consolidándose como un ícono por derecho propio.
Leer noticia completa en El Mundo.