La remolacha cocida, destacada por su comodidad y rapidez en la cocina, es un ejemplo de que no todos los alimentos procesados son perjudiciales. Este ingrediente versátil permite crear recetas ligeras y refrescantes, como ensaladas y cremas, especialmente apreciadas en verano. Por otro lado, el calabacín crudo, con su textura interesante y sabor neutro, se combina con yogur para preparar una crema que puede ser personalizada en densidad y aliños, como frutos secos o aceite picante, según el gusto del comensal. La receta, sencilla y rápida, resalta por la facilidad de preparación y la capacidad de adaptarse a preferencias personales.
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