Un grupo de 21 activistas españoles, incluido Ada Colau, regresó a España tras ser liberados por Israel, acusados de entrar ilegalmente con la Flotilla Global Sumud, que busca romper el bloqueo a Gaza. Otros 28 españoles continúan detenidos, resistiéndose a firmar un documento de admisión de entrada ilegal, y algunos han iniciado una huelga de hambre denunciando maltratos en prisión. Entre las quejas figuran agresiones físicas y negación de medicinas. La activista Greta Thunberg también fue detenida, reportando condiciones de confinamiento severas. En contraste, Israel mantiene que el trato recibido fue conforme a la ley, describiendo las acciones de los activistas como una «provocación». Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos claman por una investigación independiente ante las crecientes tensiones diplomáticas y la atención internacional derivada del incidente.
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