La familia de una menor que habría sido agredida por un compañero de clase está considerando cambiarla de escuela ante la falta de respuesta por parte de las autoridades y de la dirección del centro educativo. A pesar de haber denunciado los incidentes, los padres sienten que no se han tomado las medidas necesarias para garantizar la seguridad de su hija, lo que les ha llevado a evaluar la posibilidad de buscar un entorno escolar más seguro. La situación ha generado preocupación sobre el manejo de casos de acoso y violencia en las instituciones educativas, subrayando la necesidad de protocolos efectivos para proteger a los estudiantes.
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