El distrito de Hortaleza en Madrid vive un tenso debate tras la violación de una menor por parte de uno de los residentes del Centro de Primera Acogida para menores migrantes. La comunidad está dividida entre quienes sienten inseguridad por la presencia de estos jóvenes y quienes creen que el problema radica en la gestión y saturación del centro. Tras el incidente, se intensificó la presencia policial y las patrullas continúan vigilando la zona. Vox organizó una protesta prohibida oficialmente, donde exigieron el cierre del centro y la deportación de migrantes. Las tensiones han aumentado, llevando a algunos vecinos a modificar su rutina diaria por miedo a la inseguridad.
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