Bajo el cálido sol de primavera, una plaza en Pekín se convierte en escenario de un evento sin precedentes: la primera media maratón donde robots humanoides se enfrentarán a un desafío impensable, compartir la línea de salida y recorrido con atletas humanos en el distrito tecnológico de Yizhuang. Con cerca de 20 robots y sus equipos técnicos, este experimento, que busca evaluar la interacción entre humanos y máquinas, se desarrolla en un recorrido urbano de 21 kilómetros con obstáculos como curvas y pendientes. Los organizadores destacan la carrera no solo como una competencia, sino como una plataforma de innovación global para la robótica. Los robots, diseñados principalmente para caminar, han sido intensamente modificados y entrenados para correr, algunos incluso calzados con zapatillas para mitigar el impacto. A semejanza de la Fórmula 1, la competición incluye paradas técnicas para ajustes, con el objetivo de completar la prueba sin errores críticos. Uno de los alumnos más notables de esta cita es Tiangong, un robot que busca completar todo el trayecto después de haber participado como «closing rabbit» en una carrera anterior.
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