En Baleares, a pesar de los mensajes pesimistas de algunos actores del sector turístico, el consumo de alimentos y bebidas muestra una temporada similar a la anterior, con solo una caída del 2% al 3%. El presidente de la patronal de distribuidores, Tolo Servera, señaló que la restauración presenta un panorama desigual, con un descenso en ventas que varía según la zona, alcanzando hasta un 10%. Sin embargo, muchos restaurantes reportan listas de espera de varios días. Los suministros a hoteles y cadenas son prácticamente iguales a los del año pasado. Un aumento notable se observa en la demanda de refrescos debido a las altas temperaturas. Aunque la ocupación hotelera es similar a 2024, el gasto extrahotelero ha disminuido, afectando a la restauración y actividades turísticas.
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