La harina de garbanzos, alabada por su versatilidad y beneficios nutricionales, se destaca en la cocina contemporánea debido a su alto contenido de proteínas, fibra y minerales como hierro y magnesio. Popular en la gastronomía del Mediterráneo, India y América del Sur, esta harina ofrece una textura densa y un sabor terroso, ideal para recetas saladas. Además, es una alternativa sin gluten a la harina de trigo, con un bajo índice glucémico. Sus usos incluyen tortillas veganas, galletas, pan plano tipo Socca, buñuelos de espinacas y el tradicional Fainá argentino. La harina de garbanzos se ha convertido en un ingrediente esencial en la despensa moderna por su capacidad para enriquecer diversas preparaciones culinarias.
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