En el corazón de Castilla-La Mancha, San Carlos del Valle, en Ciudad Real, se destaca como un enclave conocido como el «Vaticano manchego». Este apodo se debe a su diseño urbanístico centrado en torno a la iglesia barroca del Santísimo Cristo del Valle, construida entre 1713 y 1729. Con una cúpula de 28 metros y cuatro torres, la silueta del templo domina el paisaje. La Plaza Mayor, un espacio barroco rodeado de columnas de piedra y galerías de madera, subraya el carácter cultural y social del lugar. Aunque su población es pequeña, el pueblo celebra varias festividades, y forma parte del programa cultural Ruta Ñ.
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