Mallorca, uno de los destinos más populares de España durante el verano, atrae a turistas en masa por sus playas y pueblos pintorescos. Sin embargo, Puerto de Sóller, en la costa norte, sigue siendo un rincón menos descubierto. Enclavado entre el Mediterráneo y la Sierra de Tramuntana, este antiguo barrio de pescadores ofrece un refugio de tranquilidad comparado con el bullicio de Palma. Su puerto encantador, el barrio de Santa Catalina con su iglesia transformada en museo, y su pintoresco tranvía son algunas de las atracciones que resaltan el encanto bucólico de este lugar. Además, las vistas desde los antiguos miradores y faros revelan un paraíso escénico para locales y visitantes.
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