Enclavada en el archipiélago Chinijo, al noroeste de Lanzarote, se encuentra La Graciosa, una isla única en España por su ausencia de carreteras asfaltadas y vehículos convencionales. Este territorio, sin tráfico ni contaminación, ofrece un entorno natural casi virgen y está comprometido con la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Accesible únicamente por ferri desde Lanzarote, La Graciosa es un refugio para quienes buscan desconexión y calma. Sus playas, como Las Conchas, y su patrimonio natural, como la Montaña Bermeja, atraen a los amantes de la naturaleza. El mercado inmobiliario de la isla es restringido, favoreciendo la conservación del entorno y ofreciendo una vida alejada del bullicio.
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