El cuidado de la piel es un tema que preocupa a muchos, pero diversos errores comunes pueden afectar la salud y apariencia del rostro. Expertas en dermocosmética de reconocidas marcas como Perricone MD, Medik8 y Byoode han señalado aspectos fundamentales para una correcta rutina de limpieza facial.
Uno de los fallos más frecuentes es no emulsionar el limpiador en las manos antes de aplicarlo en el rostro. La cosmetóloga Raquel González destaca que este paso es esencial para una distribución uniforme del producto, reduciendo fricción y posibles daños en la piel. Adicionalmente, el uso de agua a temperaturas extremas, ya sea muy fría o muy caliente, puede perjudicar una limpieza adecuada. La experta recomienda agua a unos 30 °C, lo que ayuda a mantener la barrera cutánea equilibrada.
Asimismo, irse a la cama sin desmaquillarse es otro error típico. Tanto Patricia Garín como Estefanía Nieto advierten que dejar maquillaje y protector solar durante la noche puede acelerar el envejecimiento de la piel, ya que bloquea su capacidad de oxigenarse y regenerarse. Se aconseja una doble limpieza: primero con un limpiador a base de aceite, seguido de uno acuoso.
La higiene de las manos antes de la limpieza facial es crucial. No hacerlo puede trasladar bacterias que causan brotes o irritaciones. Las expertas sugieren un buen lavado de manos antes de tocar el rostro.
El modo de secar la piel también juega un papel importante. Secar la cara con fuerza puede irritar y dañar su barrera. Lo ideal es usar una toalla limpia y dar pequeños toques. Igualmente, es fundamental no esperar demasiado antes de aplicar otros tratamientos post-limpieza, ya que la piel podría comenzar a deshidratarse.
Las zonas del cuello y la línea del cabello, a menudo olvidadas, son igualmente importantes en la limpieza. Ambas acumulan impurezas y deben recibir la misma atención que el rostro.
Finalmente, se subraya la importancia de una hidratación inmediata tras la limpieza para potenciar la eficacia de los productos subsecuentes. Las expertas coinciden en que una piel bien hidratada es más receptiva a los tratamientos cosméticos.
Con estos consejos, se busca transformar una simple rutina en un ritual efectivo que realce la salud y luminosidad de la piel, ayudando a prevenir el envejecimiento y otros problemas cutáneos.
