El creciente número de mascotas y el aumento de la sensibilidad hacia los animales han elevado significativamente la demanda de veterinarios, sumándose a la tendencia ya observada en Medicina. Este auge en la profesión ha dado como resultado que solo el 14% de los graduados se encuentre sobrecualificado, indicando un ajuste adecuado entre la formación educativa y las necesidades del mercado laboral.
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